El tema del perdón de Dios se ha tratado con mucho énfasis, porque la verdad es que sin su perdón estamos perdidos. Cuando Dios creó este planeta, creó el oxígeno antes de crear a los seres humanos, los animales y los vegetales que lo usarían. Del mismo modo, cubrió el mundo con el perdón antes que hubiera alguien que dijera "lo siento". No es la respiración lo que nos mantiene vivos, sino el oxígeno que respiramos. Sin embargo, la forma como obtenemos el oxígeno es por medio de la función respiratoria. De igual modo, no nos mantenemos vivos espiritualmente por el arrepentimiento, sino por la gracia de Dios manifestada en su perdón. Pero el arrepentimiento es lo que pone en acción el perdón en nuestras vidas. Por eso cuando hablamos de la importancia del perdón de Dios siempre debiéramos señalar al mismo tiempo la necesidad de arrepentimiento. |